Cusco requiere medidas concretas para reactivar su economía ante la caída regional

La economía de Cusco atraviesa una etapa de desaceleración marcada por el retroceso de sectores clave como la agricultura y la construcción, mientras que la minería se mantiene como uno de los pocos rubros con crecimiento sostenido.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), durante el segundo trimestre del año —abril, mayo y junio— la economía regional se redujo en 4,9% respecto a los primeros meses del 2025. Esta tendencia negativa, que ya se mantiene por más de nueve meses, responde principalmente a las menores cosechas agrícolas y a la paralización de obras en el sector construcción.

“La situación de la economía cusqueña refleja una tendencia preocupante que se viene sintiendo desde hace varios meses. La disminución en sectores importantes como la agricultura y la construcción no solo afecta la producción, sino también el empleo y los ingresos de muchas familias. Ante esto, es importante impulsar más inversiones y promover nuestras actividades productivas para iniciar la recuperación”, señaló Erick Chuquitapa, economista de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES).

En contraste, la minería registró resultados positivos. La producción de cobre aumentó en 2%, el molibdeno en casi 2%, y la plata en 1,8%, consolidando a este sector como un soporte para la economía regional. Estos minerales son fundamentales para industrias como la fabricación de cables eléctricos, la producción de aceros y la industria petrolera.

Según el Ministerio de la Producción, en 2024 la minería generó empleo formal para casi 4,700 personas en la región, aportando ingresos directos a las familias y oportunidades de desarrollo en las comunidades.

“El empleo formal asegura ingresos estables y brinda protección frente a cualquier eventualidad. Impulsar su crecimiento es fundamental para que más familias vivan con seguridad económica y construyan un futuro con oportunidades. Un mercado laboral sólido fortalece la competitividad del país y atrae nuevas inversiones. Apostar por la formalidad significa apostar por el desarrollo sostenible del Perú”, añadió Chuquitapa.

El desempeño reciente de la economía cusqueña evidencia la urgencia de fortalecer sectores estratégicos, como el turismo, e implementar políticas que incentiven la inversión privada, generen empleo formal y potencien la competitividad regional.

Reactivar estos sectores, sostienen los especialistas, es clave para asegurar un crecimiento sostenido y mejorar las condiciones de vida de las familias cusqueñas.