La institucionalidad y el crecimiento económico, pilares del desarrollo sostenible

La calidad de las instituciones es un factor decisivo para el progreso económico y social de las naciones, afirmó Hillary Villalobos, economista y especialista en desarrollo, en un análisis sobre los determinantes del crecimiento a largo plazo.

Villalobos destacó que las instituciones, incluyendo sistemas legales y normas sociales, desempeñan un papel crucial al establecer incentivos económicos, definir el acceso a oportunidades y fomentar la innovación y el progreso tecnológico. «El diseño y funcionamiento de las instituciones son fundamentales para garantizar un entorno propicio para el desarrollo sostenible. Sin ellas, los países enfrentan barreras que limitan su capacidad para crecer y competir», sostuvo.

Sin embargo, la economista también advirtió sobre los peligros de instituciones ineficaces o corruptas. «Cuando los sistemas institucionales promueven prácticas como la corrupción y el clientelismo, los incentivos económicos se distorsionan, dificultando la inversión y el progreso. Este fenómeno es particularmente relevante en países con legados coloniales de extracción, donde las decisiones históricas han dejado marcas profundas en las estructuras económicas actuales», explicó.

Villalobos instó a los países a priorizar la construcción de instituciones sólidas y transparentes, ya que estas no solo contribuyen a la estabilidad económica, sino que son clave para abordar desafíos como la desigualdad y el cambio climático, elementos centrales del desarrollo sostenible.

El análisis subraya la importancia de adoptar políticas públicas que fortalezcan la institucionalidad como motor del crecimiento económico, recordando que el desarrollo de las naciones no depende únicamente de sus recursos, sino de la calidad de sus sistemas y normas.