Perú en 2025: Desafíos y oportunidades para consolidar el crecimiento económico regional

Con un crecimiento proyectado del 3,1 % para 2025, Perú entra en el nuevo año con una economía fortalecida y resiliente. Tras cerrar 2024 con señales claras de recuperación económica, el país se prepara para consolidar su crecimiento mediante la diversificación de sectores clave y la sostenibilidad fiscal. Estas acciones son fundamentales para enfrentar los retos y maximizar el impacto positivo en el ámbito social, educativo y empresarial en regiones como Cusco.

Infraestructura y diversificación como motores del desarrollo

El repunte económico del último año estuvo respaldado por un aumento en el consumo interno, exportaciones sólidas y proyectos estratégicos de infraestructura. Entre estos destacan la entrada en operación del Puerto de Chancay y la ampliación del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez. Juan Carlos Ocampo, economista de la Universidad Privada del Norte (UPN), destacó que estas iniciativas posicionarán a Perú como un hub logístico regional, atrayendo inversiones de largo plazo y aumentando hasta un 20 % la capacidad de exportación del país.

En Cusco y otras regiones del interior, proyectos como obras de saneamiento en Puno y Piura, el desarrollo agrario en Majes y Chavimochic, y la ampliación de infraestructura en Amazonas y Loreto se perfilan como catalizadores del crecimiento económico. Estas iniciativas también buscan cerrar brechas sociales y generar oportunidades de empleo.

El rol de los sectores clave

El sector minero lideró el crecimiento en 2024, impulsado por el incremento en los precios del cobre y una mayor producción cuprífera. Esto contribuyó a un superávit comercial que estabilizó el tipo de cambio y la inflación. Sin embargo, expertos advierten sobre la necesidad de diversificar las fuentes de ingreso para reducir la dependencia de los ciclos de precios altos en minerales.

Por otro lado, el sector pesquero registró un crecimiento superior al 20 %, favorecido por condiciones climáticas óptimas. Sectores como hidrocarburos, agropecuario y manufactura también muestran potencial para liderar el crecimiento en 2025, especialmente con la implementación de nuevos tratados comerciales.

Educación y sostenibilidad: pilares para el futuro

La educación se proyecta como un eje clave para capitalizar el crecimiento económico. Según Juan Carlos Ocampo, “formar a las nuevas generaciones en las competencias necesarias para participar en proyectos estratégicos es crucial para asegurar su sostenibilidad y dinamismo”. Universidades como la UPN están trabajando en llevar educación de calidad a todo el país mediante modalidades a distancia, permitiendo que jóvenes de Cusco y otras regiones se integren a los sectores productivos.

Retos clave para 2025

Si bien las proyecciones son optimistas, el 2025 plantea retos significativos. La sostenibilidad fiscal y la estabilidad macroeconómica serán fundamentales, especialmente en un entorno preelectoral que podría estar marcado por presiones populistas. Además, será crucial monitorear el impacto de los nuevos tratados comerciales, que podrían aumentar la participación de sectores como la agroexportación y manufactura en el PBI hasta en un 10 % en el mediano plazo.

En resumen, Perú se enfrenta a un año de oportunidades y desafíos. La combinación de inversiones estratégicas, diversificación económica, educación de calidad y sostenibilidad fiscal será clave para consolidar su posición como una economía resiliente y competitiva en la región.