La región Piura ha dado un giro notable a su desempeño económico, registrando un crecimiento del 6.7% en el segundo trimestre de 2024 tras dos periodos consecutivos de contracción. Según el Instituto Peruano de Economía (IPE), este resultado coloca a Piura como la séptima región con mayor expansión económica en el país, impulsada principalmente por el dinamismo de los sectores agropecuario, manufactura, construcción y transporte.
Agropecuario y manufactura: Motores clave del crecimiento
El sector agropecuario, que representa el 12% del Producto Bruto Interno (PBI) regional, creció un impresionante 28.3% en este trimestre. Este repunte se atribuye a la mejora en las condiciones climáticas, que habían impactado negativamente en los meses previos. En paralelo, el sector manufacturero, que aporta el 13% al PBI de Piura, incrementó su actividad en un 19.8%. Esto se debió principalmente al aumento en el desembarque de anchovetas en el puerto de Bayóvar, insumo esencial para las industrias de harina y aceite de pescado, productos clave para la economía regional.
Construcción: El empuje de la inversión pública
El sector construcción también mostró un crecimiento destacado del 9.7%, gracias al avance de proyectos de inversión pública. Hasta septiembre de 2024, el Gobierno Regional de Piura alcanzó un 53% de ejecución presupuestal, equivalente a S/703 millones, situándose entre los siete Gobiernos Regionales con mayor avance en este rubro. A nivel local y nacional, la ejecución fue más moderada, con un avance del 40.1% y 38.1%, respectivamente.
Transporte: La consolidación del crecimiento
Finalmente, el sector transporte creció un 7%, consolidando el dinamismo económico de Piura. Este resultado refleja un mejor flujo de bienes y servicios, en sintonía con el desempeño positivo de otros sectores productivos.
Con estos resultados, Piura no solo muestra señales de recuperación económica, sino que también se posiciona como una región clave para la reactivación económica nacional. Sin embargo, los retos persisten, especialmente en términos de diversificación económica y sostenibilidad a largo plazo, factores críticos para mantener este ritmo de crecimiento.