
Pese al crecimiento en solicitudes de patentes y avances en investigación científica, el Perú continúa enfrentando una seria brecha en inversión para innovación y desarrollo. Según Natasha Rovo, economista senior del Banco Mundial, actualmente las empresas peruanas destinan apenas el 2.5 % de su presupuesto a innovación, y solo el 11 % de ellas colabora activamente con universidades. Además, apenas el 7 % de quienes investigan registran sus trabajos como patentes.
Estas declaraciones se dieron en el evento “Investigación Aplicada para el Desarrollo del País”, organizado por la Universidad Privada del Norte (UPN), que reunió a representantes de la academia, el sector privado y la cooperación internacional para reflexionar sobre el rol de la investigación en el crecimiento sostenible del país.
Rovo propuso un enfoque basado en tres ejes: infusión, inversión e innovación, un modelo que busca adaptar tecnologías globales a los desafíos locales mediante la articulación entre actores clave del ecosistema.
La “triple hélice” como motor del desarrollo
Durante el evento, el Dr. Christian Mesía-Montenegro, director de Investigación, Innovación y Sostenibilidad de UPN, destacó la importancia de cerrar la brecha entre la ciencia y las necesidades reales del país. “Las universidades tenemos la responsabilidad de contribuir al fortalecimiento económico. Hoy podemos decir que el sistema universitario peruano va al mismo paso que las empresas”, indicó.
El modelo de la “triple hélice” —que articula academia, sector privado y Estado— fue señalado como una vía eficaz para convertir el conocimiento en soluciones concretas que impulsen el desarrollo.
En esa misma línea, María Isabel León, presidenta del Comité Estratégico de Educación de IPAE, subrayó el papel que debe asumir el sector empresarial. “La innovación genera bienestar para todos: las empresas obtienen soluciones hechas a medida, y las universidades logran aplicar su capital humano”, señaló.
Más patentes, pero baja inversión
Si bien las solicitudes de patentes en Perú crecieron un 22 % en el último año gracias a iniciativas como el programa Patenta del Indecopi, la inversión nacional en investigación y desarrollo (I+D) continúa siendo baja, representando solo el 0.12 % del PBI, una cifra muy por debajo del promedio regional y de países como Chile o México.
De acuerdo con el Índice Global de Innovación 2024, Perú se ubica en el puesto 75 de 133 economías evaluadas. A pesar de estos retos, UPN ha logrado posicionarse como líder en innovación, ocupando el primer lugar en el ranking histórico de universidades con más patentes otorgadas en el país desde 1993, lo que refleja su compromiso con la generación de conocimiento útil y de impacto.
Investigación con propósito
Desde el ámbito académico y social, se enfatizó que la investigación aplicada debe enfocarse en la transferencia efectiva del conocimiento, priorizando proyectos que respondan a las necesidades del entorno y generen beneficios tangibles para la ciudadanía.
Joanna Kámiche, presidenta del Consejo Directivo del Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES), señaló que la evaluación de resultados debe ser parte central del proceso: “Las universidades deben identificar qué proyectos tienen verdadero potencial de impacto, mientras que el sector privado aporta capacidades técnicas y el Estado fortalece la infraestructura”.
Con este tipo de iniciativas, UPN busca consolidar su rol como actor clave en la transformación del país, promoviendo una innovación que no solo genera conocimiento, sino también soluciones concretas que mejoren la vida de todos los peruanos.